lunes, 4 de mayo de 2015

CONTRAPROGRAMANDO

Artículo de Carduelis:

Desde hace ya cierto tiempo los espectadores de televisión vemos tristemente como las cadenas caen y recaen en ese seppuku televisivo que es contra-programar para poner en una cadena un programa para competir directamente con un programa de otra cadena, normalmente de la "competencia". 

Lo curioso es que en algunos casos lo que están consiguiendo con ese modelo de actuación es que la gente opte por ver las series que les gusta a través de la red, ya sea pagando o directamente de forma pirata, u optando por ir a la tienda y comprarse los DVDs. No digo que no exista competencia entre los canales. Es bueno para la salud televisiva. Pero no, parece que muchas veces es mejor la mentira, el morbo, y la difamación en televisión o lo que algunos ya dan en llamar reallity fiction

Esta bien la búsqueda del despertar de las emociones, pero no explotar como se hace los sentimientos y resentimientos de los espectadores.

Es matar al espectador por parte de los programadores de televisión cuando dos cadenas distintas ponen series del mismo corte, por ejemplo poner "BONES", "CASTLE", "THE MENTALIST" o "FOREVER", u otras series como "CSI", "Mentes Criminales", "Hawai 5.0" en la misma franja horaria. Es lo peor que pueden hacer las cadenas como hacer que "THE WALKING DEAD" compita en la misma franja horaria con "JUEGO DE TRONOS".  La envidia es mala, puede llegar a matar, en este caso mediante un suicidio de las propias cadenas. No comprendo en que se basan para hacer algo así pues mediante la indiferencia hacia los espectadores que expresan con esa forma de actuar demuestran que no tienen ni idea. Pues obviamente cuando se dan series del mismo corte como las arriba citadas no se pueden poner a competir entre ellas en la misma franja horaria, pues el tipo de espectador al que le gusta CASTLE normalmente también le gustara THE MENTALIST o BONES, A quién le guste CSI  le puede gustar también posiblemente COLD CASE. Hacer esa competencia televisiva en la actualidad ya no sirve, es la peor guerra que pueden realizar, ya sea animada por las estadísticas o por la sugerencia del iluminado de turno.

¿Por qué? Por que convierte de forma previa al potencial espectador en una suerte de "alma atormentada" que deseosa de ver dos series que le gustan se enfrenta a tener que decidir cuál es la que debe ver y cuál debe dejar de lado. Es herir de forma mortal a espectador que desencantado optara por otras opciones que le permitan ver ambas series sin tener que decidir cual de ellas prefiere por encima de la otra.

Creo que las cadenas de televisión deben volver ha realizar buena televisión, olvidarse de morbos, mentiras y líos varios. Deben de emitir programas que sean inspiración para los espectadores que les aporte algún tipo de enseñanza vital y de conocimientos. Tienen que volver a buscar un equilibrio  armónico entre lo que emiten y lo que realmente desea ver el espectador. Seamos honestos, los espectadores ya se están cansando de supuestos debates donde más que debatir se discute pero no se llega a un mensaje equilibrado, de que nos inunden de programas del corazón desde la mañana a la noche, de que la televisión se convierta en el nuevo "circo romano" para tener aplacado al pueblo. No, lo que el espectador actual desea, sea un un programa tipo, sea en una serie de televisión es una enseñanza de como centrarse en un objetivo y perseguirlo hasta el final, de obtener conocimientos nuevos, verdaderas enseñanzas aunque estas lleguen a través de la fantasía o del misterio. 

Las cadenas de televisión deben de darse cuenta que la verdadera forma de contra-programar no reside en emitir programas semejantes en la misma franja horaria si no en crear una programación, en emitir una programación que sirva como ejemplo al futuro, que sea un legado para las próximas generaciones, que tenga alma, historia, honor y valor. 

De lo que si pueden estar seguros es de que, con la tecnología actual, la contra-programación usando programas o series del mismo corte o de un modelo similar lleva a los espectadores a decantarse por otros modelos que imponen más facilidades para seguir las series que les gustan, para ver los programas que quieren ver evitando ser vulnerables a la inherencia directa de la lucha entre cadenas de televisión. 

En todo caso, siempre nos queda a los televidentes esa esperanza mágica y etérea de que en algún momento los que se dedican a crear programación se den cuenta de que el publico busca algo más que el simple esperpento humorístico o ideológico que se ha ido asentando en las diversas cadenas de televisión con el paso del tiempo y que creen una televisión que sean un buen ejemplo de modelos de comunicación, de cine, de series para las generaciones del futuro.

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